Pocas cosas tan frustrantes como preparar algo especial para tu familia y que al momento de probar el plato fuerte ¡la carne esté dura! Pero no te preocupes, eso no te sucederá porque aquí te damos unos tips para que, al cocinar carne de res, carne de cerdo o pollo, siempre te queden al punto.

¿Por qué se endurece la carne?

Uno de los principales motivos por los que la carne queda dura, son los errores que cometemos con el método de cocción o, lo que es lo mismo, no controlamos el tiempo ni la temperatura en que cocemos la proteína. Imagina que mueres de hambre, así que colocas el sartén en la hornilla, la enciendes y al mismo tiempo pones la carne. Para empezar, tardará una eternidad en tomar temperatura y, cuando al fin lo haga, la carne soltará todos sus jugos, por lo que cuando esté cocida, también estará seca y dura.

¿Cómo lograr que la carne no se desjugue en el sartén?

Sellarla antes de cocerla es el mejor método: Coloca un poco -realmente poco- de aceite en el sartén y sube la temperatura; una vez que esté bien caliente pon la carne y déjala alrededor de un minuto, voltéala, espera otro minuto, baja la temperatura de la flama a media y entonces sí dale tiempo para que llegue al término que más te guste. De esta manera, tu carne de cerdo o res al sartén quedará suave y jugosa.

¿Cómo potenciar el sabor de la carne en los guisados?

Ya sea para un guisado de carne de res en verdolagas o un encacahuatado de cerdo, es básico que la salsa sea deliciosa, pero también es importante que la carne en sí tenga buen sabor; una manera de lograrlo es friéndola un poco o lo que nuestras abuelas llamaban sancochar. El procedimiento consiste en freír la carne en aceite a temperatura muy alta, pero por muy poco tiempo, retirarla y en ese mismo recipiente cocinar la salsa para luego incorporar de nuevo la carne y dejarla hervir. Con ello, todo el sabor de la fritura se quedará en el caldillo y la carne tendrá ese toque dorado que tanto gusta.

¿Cómo lograr que el caldo tome el sabor de la carne?

En el caso de los caldos es muy importante hacer justo lo contrario a los ejemplos anteriores. Digamos que vas a preparar un caldo de pollo: sirves agua en la olla, colocas las piernas y muslos Maxicarne junto con sal, ajo y cebolla y dejas que todo tome temperatura mientras vas agregando las verduras hasta que hierva y todo quede bien cocinado. Con ello, logramos precisamente que los jugos del pollo salgan y se combinen con el caldo para darle sabor y consistencia.

Fuente: https://maxicarne.com.mx

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