¿Cuántas veces hemos evitado comprar un alimento que nos encanta solamente porque tiende a dañarse enseguida? Ocurre especialmente con la fruta y la verdura, que además es parte esencial de una dieta diaria equilibrada: el plátano se madura, la manzana se oxida y las fresas casi recién compradas se van tornando de un tono marrón nada apetecible, perdiendo su belleza original. Por eso, si compras el paquete pensando en hacer una receta específica con fresas, puede que las piezas restantes acaben desperdiciándose en un rincón de la nevera.

Afortunadamente, siempre hay trucos de cocina pensados para solventar estos pequeños problemas diarios. La chef y creadora de contenido gastro Delicious Martha nos regala un par de ellos muy interesantes, pero el que más nos ha gustado es precisamente el que utiliza para evitar que las fresas se pongan malas. Ahora que hemos entrado en plena temporada de este fruto sabroso y suculento, agradecemos infinitamente este ‘tip’ sencillo para su conservación.

El procedimiento es fácil: simplemente mete las fresas en un tupper con papel absorbente, que irá sorbiendo la humedad responsable del deterioro de la fruta. También se recomienda lavar las fresas con una solución de vinagre antes de guardarlas. De esta forma pueden llegar a durar hasta dos semanas en el frigorífico, frescas y listas para protagonizar tus antojos dulces. Desde deliciosos batidos de proteínas y smoothies hasta yogures, para acompañar tortitas o simplemente para comer al natural y regodearse en su dulzura, aprovecha la mejor temporada de fresas.

El truco definitivo:

  1. Preparación: Lava las fresas con una solución de vinagre (una parte de vinagre blanco y tres de agua). 
  2. Secado: Escurre bien las fresas y sécalas con papel de cocina. 
  3. Almacenamiento: Coloca las fresas en un recipiente de vidrio, preferiblemente uno poco profundo, con orificios para que respiren. 
  4. Capa de papel absorbente: Cubre las fresas con una capa de papel absorbente para que absorba la humedad. 
  5. Evita el amontonamiento: Coloca las fresas sin amontonarlas y en una sola capa. 
  6. Envase hermético: Si tienes un recipiente hermético, utilízalo para una mejor conservación. 
  7. Almacena en la nevera: Coloca el recipiente en la nevera, preferiblemente en el cajón de frutas y verduras. 

Otros consejos:

  • Elige fresas frescas: Asegúrate de elegir fresas en buen estado, sin golpes o signos de deterioro. 
  • Evita la luz solar: Las fresas no deben estar expuestas a la luz solar directa. 
  • No lavar justo antes de guardar: Lavar las fresas justo antes de guardarlas puede acelerar su deterioro. 

Alternativa a la conservación en frío:

  • Congelación: Si no vas a consumir las fresas pronto, puedes congelarlas para conservarlas durante más tiempo. 

Fuente: www.elle.com

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