Congelar el queso rallado es una excelente manera de conservar el queso por más tiempo y evitar que se estropee.
Pasos para congelar queso rallado:
- Rallar el queso: Antes de congelar, ralla el queso que desees.
- Guardar en bolsa de congelación: Poner el queso rallado en una bolsa de congelación hermética y eliminar el aire.
- Congelar: Llevar la bolsa al congelador.
- Descongelar: Cuando necesites el queso, sacar la bolsa del congelador y descongelar solo la cantidad que vayas a usar.

Consejos adicionales:
- Elige el tipo de queso: Los quesos semiduros o duros son ideales para congelar.
- Descongelar en la nevera: Si vas a utilizar el queso en frío, déjalo descongelar en la nevera antes de usarlo.
- Evitar que se pegue: Para evitar que el queso se pegue, puedes congelarlo en una bolsa de congelación hermética o en un recipiente con tapa.
Ventajas de congelar queso rallado:
- Mayor duración: El queso rallado congelado dura más tiempo en buen estado que el queso rallado en la nevera.
- Evita desperdicios: Puedes congelar solo la cantidad de queso que vas a usar.
- Facilita el uso: El queso rallado descongelado es fácil de usar en recetas.
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