La cocina latina es conocida por su rica variedad de sabores y aromas que hacen que cada plato sea una experiencia única. Dos técnicas culinarias esenciales en la preparación de alimentos son sazonar y adobar, donde las especias, de origen ligado al Oriente del 3000 A.C, juegan un papel protagonista. Estas dotan de identidad los platos más típicos de los diferentes lugares del mundo, teniendo la capacidad de transportarnos a un país o cultura a través de sus sabores.
Se dice que para lograr un toque diferencial en tus comidas, solo hace falta una mezcla de especias adecuada, pero… ¿Cuál es la fórmula del éxito?
En este artículo, vamos a contarte las diferencias entre las dos prácticas de combinación de especias, así como algunas recetas para poner en práctica junto con los productos de especias y sazones de GOYA, para que seas capaz de llevar tus comidas al siguiente nivel. Descubre cómo sazonar y adobar pueden transformar tus platos de una manera deliciosa y nutritiva.
Diferencias entre sazonar y adobar
Si buscas darle un nuevo aire y sabor a tus platos y eres de esas personas a las que les gusta innovar y descubrir nuevos sabores, es el momento de que descubras qué técnicas puedes utilizar para sorprender a tus comensales (o incluso a ti personalmente). ¡Vamos a ello!
Sazonar
Sazonar es una técnica culinaria (fundamental en la cocina latina) que implica agregar una combinación de especias, hierbas y condimentos a los alimentos antes de cocinarlos. El objetivo principal del sazonado es realzar el sabor natural de los ingredientes y crear un perfil de sabor equilibrado y delicioso, y no “dar sabor a los alimentos”, como comúnmente se cree. Para sazonar, se utilizan distintos tipos de condimentos, que los podemos dividir en 4 grandes grupos:
- Condimentos puros: mostaza, cebolla, cebolleta, ajo, cebollino y sal.
- Condimentos aromáticos: existe una gran variedad, donde los principales son la pimienta, la nuez moscada, guindilla, rábano, alcaparras, clavo, la canela o el jengibre.
- Hierbas aromáticas: tomillo, romero, salvia, perejil, cilantro, laurel, vainilla, azafrán, agua de azahar o eneldo, entre muchos otros.
- Aromas: limón, vinagre y argaz.
No hay una fórmula perfecta para sazonar, ya que es una técnica que es cuestión de gustos, por lo que es recomendable ir probando tus platos poco a poco para encontrar el punto perfecto de sazón, y que no queden muy fuertes. Un punto crucial a la hora de utilizarla es sazonar la comida cuando esté en el fuego, ya que si la servimos una vez esté en el plato, los sabores no quedarán igual y no reconoceremos el verdadero sabor del plato. Ejemplo de ello es la sal, que no se disuelve de igual forma en caliente que en frío.
Esta técnica es perfecta para arroz, sopas, guisos, carnes… Si quieres ponerla en práctica, prueba con esta receta de pollo a la parrilla. Es un ejemplo muy claro y sencillo en el que el sazonado marca la diferencia: prueba a añadir una pizca de sazón Goya y otro poco de adobo con pimienta. ¡Cuéntanos si notas la diferencia!
Adobar
Adobar es una técnica culinaria también muy utilizada en recetas latinoamericanas que implica sumergir o impregnar los alimentos crudos en una mezcla de ingredientes líquidos y/o secos. En la mayoría de las ocasiones, se debe dejar macerar el producto previamente en la mezcla de estos elementos para darle sabor, color, para ablandarlo, o incluso conservarlo.
Los ingredientes básicos para hacer un adobo suelen ser: pimentón rojo, orégano, aceite, vinagre, sal, ajo y las hierbas aromáticas. Pero ojo, ¡los adobos también se pueden personalizar! Ejemplo clarísimo de ello es nuestro sazonador total: uno de los productos que más comercializamos por su inconfundible sabor. Si todavía no lo has probado, ¡lo tienes en Amazon!
Las mezclas de adobo brindan posibilidades infinitas en función de su propósito y el sabor que se quiera conseguir, también según el tipo de carne o pescado que se adobe. Además, se les pueden añadir otros ingredientes más atípicos como cerveza, miel, mostaza o incluso vino.
La técnica del adobo hace que las carnes tengan una fibra más tierna y jugosa, con un aroma apetitoso y una textura blanda. El tiempo en que debe permanecer el alimento en el adobo puede variar entre una y varias horas. Se necesita que el alimento que se desea adobar permanezca en el adobo como mínimo 20 minutos y a veces hasta toda la noche en refrigeración, para obtener una receta sabrosa y diferente.
Algunos de los platos más típicos que podemos encontrar son el cazón en adobo, la cinta adobada o los pinchos morunos, además del adobo en embutidos. Pero la estrella y uno de los platos más conocidos que utiliza esta técnica es el «lomo de cerdo adobado«. Para hacer el adobo de esta receta solo tienes que:
- Paso 1: En un tazón pequeño, deberás mezclar dos cucharas de chile en polvo, una cucharada de adobo con pimienta Goya, una cucharada de comino molido, una cuchara de azúcar moreno y una pizca de canela molida.
- Paso 2: Cuando hayas mezclado bien todos los ingredientes, añade dos cucharadas de aceite de oliva.
- Paso 3: Una vez se haya formado una textura consistente, embadurna la pieza de lomo y déjalo macerar unas horas.
¡Y ya tendrás el adobado hecho! Solo queda ultimar los pasos de cocinado para tenerlo listo.
Sazonar vs. Adobar: diferencias clave
El sazonado y el adobo son técnicas culinarias cada una con su propio propósito y características distintivas. A continuación te dejamos las diferencias clave entre estas dos técnicas:
- Ingredientes: El sazonado se basa en la aplicación de especias secas, hierbas y condimentos, mientras que el adobo utiliza una mezcla de ingredientes líquidos y secos, con un enfoque en los líquidos como vinagre o jugo de cítricos.
- Tiempo de preparación: El sazonado es una técnica rápida que se puede hacer justo antes de cocinar, mientras que el adobo implica un proceso más prolongado de marinado que puede llevar horas o incluso toda la noche.
- Textura y sabor: El sazonado realza el sabor natural de los alimentos sin alterar su textura, mientras que el adobo también ablanda la carne y le da una textura única además de un sabor más intenso.
En Goya tenemos toda una gama de especias y sazones que hemos diseñado pensando en ti con un objetivo:dar a tus recetas un toque auténtico de sabor latino.
Y ahora, ¡echemos un vistazo adicional a otras técnicas para transformar tus platos!
Otras técnicas para transformar el sabor de tus platos
Ahora que ya conoces las diferencias entre sazonar y adobar, veamos otras técnicas a las que puedes recurrir para llevar el sabor de tus platos al siguiente nivel:
Marinar
Marinar implica sumergir alimentos como carnes, aves, pescados o vegetales, en una mezcla de líquidos y especias durante un período de tiempo determinado. El objetivo de marinar es ablandar las fibras de los alimentos, potenciar su sabor y “cocinarlos” sin cocinar. Para ello, necesitamos un componente ácido: vinagre o limón, por ejemplo; y aromatizantes (condimentos, bebidas alcohólicas, hierbas…). Las proporciones para marinar carnes y pescados varían. Para las carnes, será 1 parte de aceite, 2 partes del componente ácido (vinagre o limón), y 2 partes de bebida alcohólica. Para los pescados lo que varía es el componente ácido, agregando solamente un 10% del total de aceite. A diferencia de la carne, el pescado puede estar crudo o ya cocinado; dependerá de la receta.
En función del tiempo del que dispongas, podrás hacer dos tipos de marinado:
- Si dispones de más tiempo, podrás hacer lo que se conoce como el marinado crudo, que consiste en mezclar todos los ingredientes del marinado y sumergir la carne dependiendo del sabor de la misma, el tiempo que estimes (mínimo unas 5 horas).
- Si no tienes tanto tiempo, cocina todos los ingredientes juntos, y déjalos reposar y enfriar para luego sumergirlos en la mezcla.
El proceso gastronómico de marinar ha evolucionado a través del tiempo, permitiendo que se puedan degustar platos sin “cocinar”, como el sushi, algunos pescados, y el sashimi.
Macerar
Es otra de las técnicas más utilizadas para preparaciones alternativas de carnes pero esta técnica va un paso más allá, pues sirve también para verduras, frutas y pescados. Macerar también es una buena opción para conservar los alimentos, pero, sobre todo para aromatizarlos y ablandarlos.
Los ingredientes que se utilizan varían según el alimento, algunos son: jugo de limón, vino, hierbas aromáticas, y vinagre. Podemos utilizar esta técnica en:
- Carnes: lo ideal es agregarle algún ingrediente ácido, como el jugo de piña, de naranja o el yogur.
- Pescados: aquí los vinos son muy importantes, y evitaremos los ingredientes ácidos, a excepción del limón.
- Frutas: utilizaremos vinagre y zumo de frutas ácidas, requiriendo temperaturas frías para su conservación, que es algo más compleja, y lo ideal es que sea para consumo inmediato, a no ser que se dejen en almíbar.
- Verduras: se pueden usar ingredientes como romero, ajo, aceite, tomillo, laurel, y corteza de alimentos cítricos. Sin embargo, también se puede usar una mezcla de vinagre con azúcar y hierbas aromáticas, para obtener un sabor diferente y mantener las verduras conservadas.
La maceración permite el consumo de alimentos sin cocinar. Algunas recetas reconocidas son los pescados en vinagre, los carpachos o los ceviches. Recuerda que el tiempo ideal de maceración de cualquier alimento es de al menos 12 horas en refrigeración.
Fuente: www.goya.es