Tener un poco de pollo en el refrigerador es uno de los elementos que no puede faltar en casa, ya que este es uno de los mejores productos para cocinar una gran cantidad de platillos de forma sencilla. Ya sea congelado o del día, el pollo también requiere de un limpiado especial, en caso de que quieras eliminar las plumas o algunos residuos que comúnmente se deben retirar antes de cocinarlo.
Si vas a comprar pollo del día o tienes un par de piezas en casa como alas, piernas o pechuga, no es necesario que enjuagues, ya que por el contrario en lugar de limpiar el pollo, podrías contaminar tu cocina o hasta algunos otros productos que vayas a cocinar después. Aunque es una practica común «lavar el pollo», lo mejor es que si vas a cocinarlo, lo hagas hasta el final o tengas una correcta higiene para en tus manos para hacerlo.
Cómo lavar y desinfectar el pollo
Como bien lo mencionamos no es necesario lavar el pollo, ya que de acuerdo a la alerta emitida por los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), esta acción puede incentivar la propagación de algunos microbios a otros alimentos o utensilios de cocina, por lo que una de las formas más eficaces de desinfectarlo era cocinarlo de la forma correcta.
Y es que una de las prácticas más comunes es poner el pollo bajo el chorro del agua para «lavarlo», sin embargo, esto solo provoca que las bacterias se propaguen en alimentos que aún no se han preparado, aumentando la posibilidad de una intoxicación alimentaria, sobre todo si después de hacerlo se tocan otros alimentos que generalmente se consumen crudos como las ensaladas o hasta algunas frutas.
Limpia el lugar de trabajo
Si vas a limpiar un pollo, debes asegurarte de primero limpiar y desinfectar de forma correcta el área en que vas a hacerlo, de preferencia lejos de otros alimentos que aún no vayas a cocinar. Retira todos los instrumentos como cuchillo u objetos personales como el celular.
Cubre la superficie
Ya sea que utilices una base como una tabla para picar de madera o plástico e incluso que vayas a hacerlo sobre una superficie plana, cubre la zona que vayas a utilizar con un poco de papel de cocina, ya que estás evitarán que los jugos del pollo se dispersen por la superficie en la que vayas a trabajar.
Descongela de forma adecuada
Si compras pollo del día, puedes proceder a limpiarlo, de lo contrario y si tienes producto congelado, permite que este se descongele por completo. La mejor forma de hacerlo es colocar dentro del refrigerador (no congelador) y dejar reposar toda la noche o bien, coloca el pollo envuelto en una bolsa (o la bolsa de fábrica), dentro de un recipiente limpio con agua fría.
No olvides dejar caer un poco de agua fresca dentro del recipiente cada media hora y sobre todo recuerda que debes cocinar justo después de descongelar.
Retira la bolsa
En caso de que el pollo esté empaquetado, con cuidado retira la bolsa, así como algunos hilos que hagan que se mantenga junto. Intenta hacerlo dentro de la misma bolsa para que todos los jugos caigan en la misma y las zonas cercanas no se contaminen.
Usa papel
Si necesitas limpiar pollo del día, hazlo con ayuda de papel de cocina húmedo y dando ligeros golpes sobre la superficie que quieras limpiar. Elimina las toallas de inmediato y de preferencia en el bote de basura que se encuentra fuera de casa. Inmediatamente después, lávate las manos con agua y jabón por al menos 20 segundos para eliminar las bacterias de tus manos y que evites propagarlas en otras zonas.
Después limpia y desinfecta la zona que usaste para limpiar el pollo y vuelve a lavar tus manos de la forma indicada. Cocina el pollo de inmediato y listo.
Fuente: www.gastrolabweb.com