La cultura culinaria de Austria esconde muchas y valiosas tradiciones. Los platos combinan las influencias de diferentes culturas: especialmente las antiguas tierras de la corona de Bohemia, Hungría y el norte de Italia han dejado su huella en las tradiciones gastronómicas de la región. El deleite de estos platos no solo ofrece revelaciones aromáticas para el paladar, sino que también invita a emprender un viaje por la historia de Austria.

Exquisitez sublime de la Alta Austria

Los Knödel tiene una larga historia: hace más de 4.000 años que se preparan estas sabrosas bolitas de masa. Se cree que la región Mondsee es la cuna de los Knödel de Austria. Allí se halló en un pueblo de palafitos neolítico un prehistórico «Urknödel», considerado el antepasado de la especialidad.

Rellenos de beicon, chicharrones y carne, los Knödel del canon gastronómico de la Alta Austria son indispensables. Pero incluso las pícaras variedades más recientes de este plato tradicional han conseguido entrar en el menú: donde antes se utilizaba el sustancioso Kübelspeck (una especialidad de tocino típica de la Alta Austria) y la morcilla, hoy llevan la voz cantante en las creaciones urbanas de Knödel los brotes de soja, el tofu, el cuscús y los aromas asiáticos.

Tafelspitz vienés

Además de la tarta Sacher y del Wiener Schnitzel (escalope vienés), el Tafelspitz es uno de los clásicos que ocupan los primeros puestos en el ranking de los platos austriacos más populares. Cocer carne no es una invención vienesa, sino una técnica culinaria común en muchos países. Sin embargo, en la ciudad imperial, esta especialidad se preparaba solo con partes de carne más o menos grasas y se cocinaba únicamente en agua con algunas especias y verduras. La gran popularidad del plato también trajo consigo una variedad única de sopas: se inventaron los caldos Milzschnitten, Lungenstrudel, Kaiserschöberl, Grießnockerl, Frittaten y Leberknödel para hacer que las deliciosas sopas de carne en las que se cocinaba el Tafelspitz y sus guarniciones fueran aún más sabrosas.

Tradición pastelera en Linz

Documentada en un libro de cocina con el título original «Buech von allerley Eingemachten Sachen» de 1653, esta receta se considera la tarta más antigua del mundo y a día de hoy no ha perdido ni un ápice de su popularidad. Ya en el Barroco se introdujo este dulce gracias al animado comercio de la ciudad de Linz, que a través del Danubio dio acceso a especias de todo el mundo. A día de hoy sigue siendo un misterio a quién le debemos la receta de esta especialidad.
Incluso cuando las recetas modernas dejan de lado la mantequilla clarificada, la dulce panadería aún destaca por su reja característica y por su aromático sabor a nuez. En las actividades y talleres de las pastelerías de Linz, se puede aprender en grupo a elaborar esta delicia, como en la pastelería de Jindrak, que también otorga el Linzer Backdiplom (título de horneado de Linz).

Artísticas empanadillas de Carintia

Rellenas de requesón y hierbas picantes, cerradas con arte, cocinadas con delicadeza y servidas con manteca de cerdo o mantequilla derretida: así es como mejor saben las tradicionales empanadillas Kärntner Kasnudeln. Las Kasnudeln son uno de los sabrosos platos campesinos: sobre todo los viernes, el día de la semana sin carne según la tradición católica, se sirven las variantes vegetarianas de las empanadillas de Carintia. Sus orígenes se remontan a la época en que la industria láctea y del queso era el sector principal de los agricultores. Por ejemplo, en numerosas cartas fundacionales de la Edad Media ya se hablaba de «Käskrapfen» (buñuelos de queso), servidos con col y mantequilla clarificada, como plato festivo.

Fuente: www.austria.info

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