Siempre que tienes invitados en casa te gusta lucirte de una u otra forma. Unas veces es con un plato que tienes ya un tiempo rondando por la cabeza y que no has tenido ocasión de cocinarlo para más gente, otras son con algún postre especial y otras con el vino. Y es que no es tarea fácil, ya que es un mundo complejo, pero siempre es bueno entender algunos puntos clave del tema. «No por tener más años está más bueno»

Esta frase puede abrir un gran debate en la mesa y es que los vinos tienen un punto óptimo de consumo y no por mucho que guardes un vino joven se va a convertir en gran reserva, sino que tendrás una generosa botella de vinagre. Por norma general los tintos aguantan más que los blancos o rosados.


«Un vino joven nunca puede tener bouquet»

El bouquet se refiere a los aromas que se han adquirido con la crianza en barrica y la maduración en botella, por tanto, un vino joven no ha pasado el tiempo suficiente en barrica como para adquirir estos aromas.

“Cómo se guardan las botellas”

Cada uno te dirá que una forma es mejor que otra porque ha leído tal artículo en no sé dónde, pero la manera óptima de conservar el vino es de forma horizontal, de este modo mantendrá el corcho húmedo e hinchado, por lo que evitará la filtración de aire. Con esta posición no se estropeará la botella ya que los sedimentos caerán lejos del corcho.

“¿Cómo se sirven los vinos blancos?”

En el caso de los vinos blancos se deben servir en menor cantidad para mantener su temperatura ideal que debe ser muy fresca. También un aspecto fundamental a tener en cuenta es sacar la botella de 20 a 25 minutos antes de servir y por último es aconsejable mantener el vino con hielo en la mesa para que no aumente su temperatura.

“Aire”

En el caso de que tengamos un vino añejo será recomendable airearlo por lo menos una hora antes de tomarlo. Cuando lo sirvas, hazlo los más lejos de la copa posible, de esta manera el vino cogerá oxígeno antes de llegar a ella, a su vez, llena la copa hasta el punto más ancho del cuenco para aprovechar al máximo la superficie de contacto con el aire, pues esta es la razón de porque las copas son tan anchas.

“Sacando el corcho”

Se debe evitar ante todo que el sacacorchos sobrepase la medida del corcho, pues si lo hace, caerán trozos de corcho en el vino y por consiguiente caerán en las copas.

En caso de que tengas dificultades al sacar el corcho, es mejor introducir el sacacorchos de forma diagonal y ten en cuenta que en los vinos espumosos hay que girar la botella y no el corcho, para evitar que éste se rompa.


Fuente: www.vinoscutanda.com

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