Es habitual que en casa para cocinar se compre el jengibre fresco. Es importante conservar lo mejor posible este producto para que mantenga sus propiedades. De boca en boca, van pasando diferentes métodos y sistemas de conservación, pero ¿cómo conservar el jengibre fresco? El sistema más efectivo es este que te vamos a explicar y, además, también es mucho más sencillo que otros.

  1. Coge el kión fresco sin pelar y envuélvelo en papel como el de cocina o servilletas de papel.
  2. Mételo dentro de una bolsa de plástico con cierre hermético de las que se venden para uso alimentario.
  3. Pon la bolsa en el cajón de verduras del frigorífico o nevera.

El kión se conservará así sin problemas y lo mantendrás fresco para su uso durante unas 3 semanas aproximadamente. Un tiempo más que suficiente para consumirlo. Una de las formas más habituales es prepararse una infusión.

Otras formas de conservar el jengibre

Además del sistema que hemos explicado en el anterior apartado, el jengibre se puede conservar de otras maneras, que también son bastante efectivas, aunque son un poco más laboriosas:

Cómo conservar el jengibre rallado

es otra de las opciones, pero ¿cómo se conserva el jengibre rallado? Es fácil. Solo tienes que rallarlo cuando lo hayas comprado y envolverlo igualmente en el papel para, luego, meterlo en la bolsa de plástico y dejarlo en el cajón de verduras de la nevera. En este caso, puedes envolver diferentes porciones de jengibre rallado en función de la cantidad que emplees para que no tengas que sacar de la nevera toda la bolsa cada vez que lo vayas a utilizar.

Conservar jengibre en aceite

El sistema de conservar el jengibre en aceite es un poco más complejo, porque hay que poner aceite en un recipiente en el horno con el kión rallado a una temperatura de 65ºC durante, aproximadamente, 2 horas. Una vez se haya enfriado, hay que guardar bien este aceite en una botella, siendo necesario haberlo colado previamente para quitar restos de la raíz. Así durará unos 6 meses. Esto, por ejemplo, va muy bien para recetas con jengibre como las ensaladas para aliñarlas y darles un toque diferente.

Descubre más información para hacer este aceite casero con nuestro artículo sobre Cómo hacer aceite de jengibre casero.

Conservar jengibre confitado

Conservar el jengibre confitado lleva más tiempo que conservarlo fresco porque hay que hacer la confitura es algo más laboriosos que lo procesos anteriormente mencionados. Para ello, necesitas cuatro veces la cantidad de azúcar y el doble de agua que la de kión a confitar. El proceso consiste en:

  1. Pelar y cortar el jengibre en rodajas finas.
  2. Ponlo en un cazo con el agua hasta que llegue al punto de ebullición.
  3. Déjalo cocer a fuego lento hasta que esté tierno. Suelen ser necesarios unos 60 minutos.
  4. Escúrrelo.
  5. Prepara el almíbar, poniendo azúcar y agua en un cazo.
  6. Una vez el azúcar se haya disuelto, añade el jengibre.
  7. Espera a que cueza unos 90 minutos o hasta que el almíbar casi se seque.
  8. Saca el kión y ponlo sobre papel vegetal de cocina para que se enfríe.
  9. Coge el kión y envuélvelo en azúcar como si fuera un gominola.
  10. Añade el kión confitado en un tarro de cristal bien cerrado para guardarlo en un armario o bien en el frigorífico.

Fuente: www.mundodeportivo.com

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