Las verduras que se utilizan para hacer caldos y sopas son una combinación de varias hortalizas de raíz (zanahoria, apio, nabo), aunque también suelen llevar puerros o hierbas. Si eres de esos a los que les gusta cenar un caldo caliente en invierno, te encantará descubrir estos sencillos pasos para congelar y conservar las verduras que necesitas en porciones. De esta forma, podrás utilizarlas rápidamente cualquier otro día para hacer un delicioso caldo de verduras o una base aromática ideal para diversos platos.

  1. En primer lugar, lava bien las verduras para eliminar los restos de arena y tierra. Para limpiar bien las zanahorias, el apio o las patatas, te recomendamos utilizar un cepillo para verduras.
  2. Arranca las hojas de las zanahorias y los extremos de las verduras.
  3. Corta todas las verduras en trozos pequeños del mismo tamaño.
  4. Escalda las verduras: pon a hervir una olla con agua salada y cuece las verduras durante 3 minutos.
  5. Cuando haya pasado este tiempo, sácalas con una espumadera y enfríalas. Te recomendamos enfriarlas lo más rápido posible: haz cubitos de hielo con las bolsas de cubitos de hielo de Albal® y echa las verduras en un bol lleno de cubitos.
  6. Una vez que se hayan enfriado, escurre bien las verduras.
  7. Ahora mete las verduras escaldadas en las bolsas de congelación herméticas Ultra-Zip® y guárdalas en el congelador.
Congelar verduras correctamente con Albal®

Al prepararlas de esta manera, podrás conservar las verduras en el congelador durante medio año aproximadamente. Cuando te apetezca sopa, solo tienes que añadirlas sin descongelar al caldo hirviendo. De esta forma, no solo ahorrarás tiempo al cocinar, sino que también podrás aprovechar todas las verduras que tienes en casa y evitar el desperdicio de alimentos.

Fuente: www.albal.net/es

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