Cuando se habla de Argentina, la mente rápidamente se llena de imágenes de carnes asadas, tango y el emblemático mate. Sin embargo, hay una experiencia culinaria que a menudo se pasa por alto, pero que despierta los sentidos de locales y turistas por igual: los desayunos argentinos.
1. Medialunas y café en Buenos Aires
La capital es conocida por su vida nocturna y su arquitectura europea, pero también por sus deliciosas medialunas. Estos pequeños y dulces croissants son esponjosos y suaves, perfectos para mojar en un café con leche o un cortado. En las clásicas cafeterías porteñas, donde la estética y la tradición se combinan, los desayunos suelen incluir una cesta de este plato recién horneado y una taza humeante de café.
2. Tostadas con dulce de leche en el Litoral
Las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe, son famosas por sus extensas llanuras y hermosos ríos. Allí, la primera comida se viste de tostadas untadas con la dulzura del dulce de leche, un símbolo culinario de Argentina. Además de este manjar, es común encontrar tortas fritas, ideales para acompañar un buen mate cocido.
3. Facturas y submarinos en la región de Cuyo
Por otro lado, la región de Cuyo se caracteriza por incluir facturas, unos bollos dulces con diversas coberturas como crema pastelera, dulce de membrillo o chocolate. Acompañarlas con un submarino es una práctica común: un vaso de leche caliente con una barra de chocolate sumergida que se derrite para crear una bebida de lo más sabrosa.
4. Desayunos de campo en la Pampa y la Patagonia
En las vastas llanuras de la Pampa y en las majestuosas montañas de la Patagonia, adquieren un carácter más rústico. Aquí, las opciones incorporan el infaltable mate con alguna variedad de torta, bizcochos o pan casero, a menudo acompañado de mermeladas y dulces regionales.
5. Desayuno jujeño en el Norte
En la región norteña, la provincia de Jujuy ofrece una propuesta llena de sabores autóctonos. Las mesas se engalanan con humitas, tamales, y una gran variedad de panes como las “tortillas”. Además, el exquisito queso de cabra y las mermeladas caseras son protagonistas indiscutibles.
Desde las elegantes cafeterías de Buenos Aires hasta las estancias patagónicas, cada región tiene su propia identidad gastronómica que ofrece a los turistas un festín de sabores locales.
Fuente: www.revistauncamino.com.ar