Comida tradicional de Nueva Zelanda: recetas imperdibles
1. Hāngī: una tradición culinaria maorí
El hāngī no solo se trata de método de cocción, sino de una tradición que representa la conexión de los maoríes con la tierra. Para prepararlo, se hace un pozo donde se colocan piedras volcánicas previamente calentadas con fuego. Sobre ellas, se ponen carnes como pollo, cerdo y cordero, junto con vegetales como batata, calabaza y papas, todo envuelto en hojas o tela húmeda.
Una vez cubierto con tierra, el calor y el vapor cocinan los alimentos lentamente, lo que le aporta un sabor ahumado característico. Esa técnica suele utilizarse solo en celebraciones o eventos importantes.
2. Whitebait fritters: una joya de agua dulce
Las whitebait fritters tiene como ingrediente principal el whitebait, un pequeño pez de agua dulce que es considerado un lujo en Nueva Zelanda debido a su escasez. Para preparar esta receta, los peces se mezclan con huevo batido y especias. Luego se introducen en una sartén con aceite y se fríen hasta quedar dorados y crujientes.
Este plato se sirve en forma de mini-tortillas, con un poco de limón, y es especialmente popular en la costa oeste de la Isla Sur.
3. Pavlova: un postre icónico de Nueva Zelanda
La pavlova es el postre que más representa a Nueva Zelanda. Aunque su origen es disputado con Australia, el Oxford English Dictionary reconoce las primeras recetas en Nueva Zelanda durante la década de 1920. El nombre hace referencia a la bailarina rusa Anna Pavlova. Según el biógrafo de la artista, cuando ella estaba de gira en 1926, durante su paso por Nueva Zelanda, el chef del hotel donde se hospedaba inventó esta preparación para agasajarla.
La elaboración consiste en una base de merengue crujiente por fuera y esponjosa por dentro, cubierta con crema batida y frutas frescas como kiwi, fresas y maracuyá. De acuerdo a la tradición, se reserva para Navidad y otras celebraciones.
4. Meat pies: las clásicas tartas de carne

Las meat pies son un clásico que combina la cocina británica con la creatividad neozelandesa. Estas tartas individuales están rellenas de carne, generalmente de res, cerdo o cordero, y bañadas en una salsa rica y espesa que les otorga un sabor reconfortante. La masa, crujiente y mantecosa, sella perfectamente los jugos del relleno.
Aunque los rellenos tradicionales como carne molida y queso son los favoritos y más utilizados, algunas versiones gourmet incorporan ingredientes como venado, salmón, cordero con menta o incluso pollo al curry. Este plato puede encontrarse en casi cualquier panadería del país.
5. Fish and chips: una tradición costera
El fish and chips es uno de los platos más queridos de Nueva Zelanda. Aunque es originario de Reino Unidos, fue adoptado por los neozelandeses, que lo convirtieron en parte imprescindible de su cultura culinaria. Es muy común encontrarlo en zonas de playa.
Este sencillo pero delicioso combo consiste en pescado fresco, rebozado y frito, acompañado de papas fritas gruesas y crujientes. Suele acompañarse con pan blanco y salsa de tomate. Algunas variedades locales de pescado como el hoki o el tarakihi lo diferencian de su versión británica.
6. Hokey pokey ice cream: un helado típico de Nueva Zelanda
El hokey pokey es un gusto helado que simboliza a la perfección la infancia neozelandesa, aunque es el favorito de muchísimas generaciones. Se trata de helado de vainilla con trozos de caramelo de miel crujiente, lo que potencia la dulzura de este postre.
Su popularidad hace que esté disponible en la gran mayoría de supermercados y heladerías de Nueva Zelanda. Algunos lugares como Giapo, en Auckland, ofrecen versiones más sofisticadas, aunque la esencia siempre se mantiene.
7. Bluff oysters: las mejores ostras del mundo

Las ostras Bluff, recolectadas en el estrecho de Foveaux cerca del pueblo de Bluff, solo están disponibles entre marzo y agosto, lo que las convierte en un manjar exclusivo. Se consideran como una de las mejores ostras del mundo e incluso tienen sus propios festivales locales, como el Bluff Oyster Festival.
En cuanto a la manera de comerlas, existen diferentes maneras. Pueden disfrutarse crudas, con solo un poco de limón, o también cocinadas un poco al vapor. Se pueden encontrar tanto en restaurantes gourmet como en puestos locales, especialmente en zonas costeras.
8. Colonial Goose: cordero disfrazado de ganso

El colonial goose es uno de los platos más representativos de los colonos británicos que llegaron a Nueva Zelanda en el siglo XIX. Aunque su nombre sugiere que se trata de ganso, el plato realmente utiliza pierna de cordero, dado que este tipo de carne abunda mucho más en tierras neozelandesas.
Este corte se marina en vino tinto o vinagre de malta, lo que le otorga un sabor intenso y ligeramente ácido. Luego se rellena con una mezcla de pan rallado, cebolla, hierbas frescas como tomillo y romero, y a menudo ciruelas pasas para agregar un toque dulce. La pierna se cose o se ata con hilo para mantener el relleno en su lugar antes de ser asada lentamente. Es ideal para festividades como Navidad, Año Nuevo y cenas especiales.
Fuente: www.yomeanimo.com