Situado en una de las áreas de mayor transformación de La Paz, El Vagón del Sur es un tradicional y estilizado restaurante donde los conocedores de la cocina local caen una y otra vez,  y donde los curiosos de la  buena gastronomía boliviana son bienvenidos.

El Vagón del Sur nació en realidad en el casi centro de la ciudad: en el barrio de Sopocachi de los 90. El tiempo, la dedicación de la familia Montecinos –dueña del restaurante– y la corriente de aprecio por los sabores típicos, que empezó en Perú y que recorre Sudamérica desde hace más de una década, hicieron el resto.  En la actualidad El Vagón del Sur es un referente de la cocina local de calidad; un sitio para invitar a los visitantes extranjeros o para el encuentro familiar de domingo.

En casi 30 años El Vagón del Sur dejó atrás sus inicios más rústicos –con el vagón de tren en el frontis en Sopocachi, o su ambiente relajado y familiar en su local de la calle 20 de Calacoto– para ocupar hoy un espacio más contemporáneo en el corazón de Calacoto, entre las calles 8 y 9, sobre la avenida Los Sauces Nº 248 (tel. 297 19 44). Su posicionamiento como el restaurante preferido entre los locales para degustar la comida tradicional boliviana se debe a la conservación de sus recetas y menú, mantenimiento de estándares de calidad con un servicio cordial y oportuno, en puerta y mesa. Otro plus del negocio es su incursión en el servicio de catering que permite lucirse –hasta al menos talentoso con las cebollas y la cocina tradicional– como ¡el gran anfitrión y conocedor de la comida boliviana!

El restaurante sirve las recetas mejor preparadas de los platos más emblemáticos del occidente boliviano: ají de lengua, charquekán, picante surtido, chairo paceño, silpancho, picante de pollo, saice, fritanga, chicharrón de cerdo, lechón al horno, fricasé o truchas en variadas fórmulas. Es restaurante también ofrece sabores regionales: carnes a la parrilla, chupe de camarones o lasagna mexicana, y otros más internacionales: langostinos al ajillo, entre otros. En el menú también figuran empanadas fritas rellenas de carne y verduras –servidas como entrada como cortesía de la casa y acompañadas de salsas tradicionales–, jugos naturales o postres como su bien lograda crème brûlée. Uno de los dos sitios más recomendables en la ciudad para animarse por un pisco sour o un cóctel de tumbo (con base en singani, la bebida nacional) como aperitivos.

El lugar está abierto de martes a viernes de 11.30 a 15.30 y de 18:30 a 22.30, y de sábado a domingo entre 11.00 y 16:30. Es necesario hacer reservas, especialmente en los fines de semana.

Fuente: www.niemandsland.net.bo

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